LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DE LOS CUBANOS

LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DEL CUBANO 2011 Esa cruel y desgarradora dictadura de más de 53 años hace que el cubano de a pie, viva desde que se levanta hasta que se acuesta en la Miseria. Apenas tienen que comer, no pueden tener un vehículo, no pueden tener una lavadora moderna, no pueden tener una televisión como Dios manda, no pueden tener una moto, no pueden tener una bicicleta,no pueden tener un buen par de zapatos, no pueden ser libre ni un minuto del dia. Es hoy Cuba la mayor prisión del mundo, y eso lo sabe la comunidad internacional.

jueves, 29 de mayo de 2014

La vida oculta del Tirano de Cuba durante 55 largos años, de Misería, destrucción del país.

CUBA Contada por su guardaespaldas
La vida  oculta de Fidel
·         'Dirigía operaciones de cocaína como un verdadero padrino'
·         El escolta favorito de Castro durante 17 años revela la vida de excesos del Comandante
·         Sus trapicheos con narcos colombianos, su colaboración con ETA...
·         Y también su afición por comer carne de tortuga


Fidel ha repetido toda su vida que no posee más que una cabaña de pescadores en alguna parte de la costa cubana. Pero dicha cabaña es, realidad, una villa en una isla privada a donde le he acompañado cientos de veces entre 1977 y 1994», explica Juan Reinaldo Sánchez. El que fuera guardaespaldas favorito del líder cubano durante 17 años revela ese y otros secretos del Comandante en su libro La vida oculta de Fidel Castro. «Se trata de un enclave de lujo situado 15 kilómetros al sur de la Bahía de Cochinos, con piscina de agua dulce, delfinario, restaurante flotante, helipuerto, refugio contra ataques aéreos, rampa de lanzamiento de misiles y hasta una granja de tortugas, ya que al Comandante le gusta mucho comer este animal».
En este asombroso documento, el hombre que combatió junto a Castro en la Sierra Maestra y luego compartió su intimidad, como miembro de su guardia más cercana, cuenta las miserias humanas de uno de los políticos más importantes del último siglo, tan preocupado por vivir a todo tren como de comunicar una falsa imagen de austeridad más acorde a la causa comunista. «Cayo Piedra es un verdadero paraíso, que Fidel usa desde 1961: un lugar idílico, protegido de los barcos por dunas arenosas y rodeado de aguas cristalinas, al que solíamos ir desde Bahía Cochinos en el yate Aquarama II (27,50 metros de eslora y cuatro motores), que le regaló Leónidas Breznev, a través de un canal de un kilómetro excavado en los fondos marinos».
Cuando Crónica localiza a este teniente coronel de 65 años, está a punto de coger un avión en Miami, donde vive exiliado, para volar a París. Allí le espera el acto de presentación del libro, este miércoles, y el periodista que le ha ayudado a escribirlo. Uno y otro completan el relato de la denuncia para este suplemento.
Desconocida por todos los cubanos, esta isla propia de millonarioses quizá el mayor secreto del régimen y, a decir de Sánchez, «una de las muchas mentiras de Fidel», que solía pasar en ella los veranos en compañía de su segunda esposa, Dalia Soto del Valle, mientras que en temporada de lluvias prefería ir a cazar patos a otra de sus residencias -tiene una veintena en Cuba-, la mansión La Deseada en Pinar del Río.
Por el refugio secreto de Castro han pasado invitados foráneos ilustres como el ex presidente colombiano Alfonso López Michelsen, el propietario de la CNN Ted Turner, el dictador de la RDA Erich Honecker o el escritor Gabriel García Márquez, a quien su anfitrión quiso convencer para que se lanzase con su apoyo a tomar el poder en Colombia.
Una foto aérea donde se ve al detalle Cayo Piedra ilustra la página 161 del libro que Sánchez ha escrito con Gyldén, a quien conoció hace dos años cuando éste se hallaba haciendo pesquisas en Florida para un reportaje para L'Express. «Un amigo común nos puso en contacto y Juan Reinaldo me contó cosas increíbles de su vida con Castro, me enseñó cientos de fotos y me dejó leer lo que llevaba escrito hasta entonces», explica a Crónica este reportero especializado en temas latinoamericanos. «Comprobé inmediatamente que no se trataba de ningún charlatán y me ofrecí a ayudarle con el proyecto. Para las imágenes aéreas de la isla, primero buscamos sus coordenadas geográficas (21º57'53"N - 81º07'04") y luego dimos con una compañía que hace fotos de satélite por encargo».
El descanso del guerrero
Si Cayo Piedra representa el idílico descanso del guerrero al lado de su consorte oficial, la unidad militar 160 era el escondite donde el Comandante organizaba, cada 13 de agosto, sus fiestas de cumpleaños rodeado de sus más fieles guardaespaldas -menú habitual: cordero estilo méchoui comido con la mano y regado con tintos argelinos- y también sus encuentros con sus amantes. No en vano Fidel siempre ha sido considerado el mayor mujeriego del Caribe y en la obra se citan algunas de sus conquistas más célebres como la camarada Celia Sánchez, su secretaria particular y confidente durante 30 años; la traductora Juanita Vera, coronel del servicio de inteligencia que hoy trabaja para su hermano Raúl, o la azafata Gladys, que le acompañaba en sus viajes al extranjero.
«Fidel es el político vivo que más tiempo se ha mantenido en el poder y es un personaje irrepetible y extraordinariamente inteligente», opina Gyldén. «Con esto no quiero parecer admirativo. Lo que más me impresiona es cómo pone su inteligencia al servicio de la manipulación y la preservación de su poder absoluto».
¿Por qué este libro y por qué ahora? «Me hice la promesa de escribirlo cuando estaba preso», explica Sánchez vía telefónica desde Miami. «Me di cuenta de la importancia de la información que tenía y adquirí el compromiso ante Dios de que el mundo tenía que saber la verdad. En 2008 llegué a Florida después de 10 intentos fallidos de escaparme de la isla y empecé a recopilar todos los datos. Hay una idea que el gobierno cubano ha divulgado acerca de la vida austera y la honradez del Comandante, cualidades que son totalmente falsas. A través de las anécdotas que yo cuento, porque las viví, la gente va a descubrir cómo es en su intimidad».
En La vida oculta de Fidel Castro, editado en Francia por Michel Lafon, el militar y el periodista desenmascaran al Líder Máximo y sus excesos: desde su escondite secreto hasta sus megalomanías gastronómicas -cada miembro de su familia bebe leche de una vaca concreta, seleccionada por su nivel de acidez- pasando por sus bacanales soldadescas o ese doble que el régimen paseaba en coche oficial mientras que Fidel se debatía entre la vida o la muerte.
«Se llama Silvino Álvarez y es uno de los 15 guardaespaldas que le siguen a todas partes. No es un sosias en el sentido estricto porque no lleva barba y es algo más bajo que el jefe. Pero ambos tienen el mismo perfil griego y con un barba postiza da perfectamente el pego», comenta Gyldén. «Este medio de desinformación ha sido usado al menos las dos veces en que el Comandante ha estado al borde de la muerte, en 1983 y 1992, por el mismo problema médico que le obligó a ceder el poder a su hermano Raúl en 2006».
Caprichoso, paranoico, tiránico, obsesivo, calculador... El explosivo retrato no se ciñe a su vida de pachá en Cayo Piedra («con un restaurante donde todos los miembros de la familia y los invitados comían a la carta»), sino que destapa también detalles más escabrosos de su faceta de estadista, desde su relación con la mafia de la droga colombiana hasta su apoyo a ETA y otros grupos terroristas, pasando por su obsesión por la seguridad y su manía de grabarlo todo.
«Uno de los lugares más protegidos de Cuba es el campamento Punto Cero de Guanabo, 25 kilómetros al este de La Habana», narra el libro, que en España editará Planeta. «A pocos minutos de playas paradisíacas, este terreno de 10 km² cubierto de vegetación acoge más de 50 barracones militares, con una cantina capaz de preparar 600 comidas en una hora, zonas de entrenamiento, pistas de obstáculos, tres campos de tiro, una cantera para la detonación de explosivos, carcasas de aviones destinadas a simular secuestros... Por allí han pasado, sobre todo en los 70 y los 80, miembros de grupos como ELN, FARC o M-19 (Colombia), Sendero Luminoso y Túpac Amaru (Perú), el Frente Farabundo Martí de Liberación nacional (Salvador) o el Frente Sandinista (Nicaragua). Para ellos,Cuba era La Meca y Punto Cero, un lugar de visita obligada».
En su deseo de extender la revolución, Castro acogió allí a guerrilleros de todas las nacionalidades, al temible Illich Ramírez (alias Carlos) o a terroristas de la OLP, el IRA, los Black Panthers y ETA. «Recuerdo perfectamente los nombres de los etarras porque pasamos muchos ratos juntos: José Ángel Urtiaga Martínez, José Miguel Arruagaeta, Miguel Ángel Apalategui (Apala)... Nos aportaron mucho, porque sabían hacer estallar bombas artesanales con mandos a distancia y Fidel les pidió que enseñaran a los instructores de Punto Cero. Fue también en Cuba donde los etarras pusieron a punto su famoso lanzagranadas Jotake que luego ha sido usado para cometer atentados en España y por las FARC en Colombia».
«Castro llevaba personalmente las relaciones con ETA y nada se decidía sin su autorización», sigue. «En 1984, Cuba firmó un acuerdo con el gobierno de González para proporcionar asilo político a los militantes que aceptaran abandonar la lucha armada y no conspirar contra España. Por su parte, Fidel se comprometió a vigilarles e informar a Madrid de sus movimientos. Pero mentir sin pudor es uno de los múltiples talentos del Comandante».
Así que, no solamente La Habana acogió a numerosos etarras sin que Madrid lo supiera, sino que «aprovechó su savoir faire para que enseñaran a los oficiales de Guanabo el arte del secuestro y las técnicas para esquivar la vigilancia policial». Algunos de ellos hicieron incluso de mensajeros entre el Líder y jefes guerrilleros de toda Latinoamérica».
¿Y el tema del tráfico de coca? Se cuenta en el capítulo dedicado al affaire Ochoa. «Fidel lo grababa todo. En la tercera planta del Palacio de la Revolución, junto a su despacho, hay un cuartito con dos magnetófonos de banda ancha y dos auriculares similares al de la película La vida de otros. La consigna era registrar cualquier reunión que tuviera a través de tres micros ocultos en su despacho», narra Sánchez. «Un día de 1988, aburrido, me puse a escuchar lo que hablaba Fidel con su ministro de Interior José Abrantes y oí algo que no debía acerca de un lanchero que colaboraba con ellos en el tráfico de coca colombiana hacia EEUU».
«Fue como si el cielo me hubiera caído sobre la cabeza», recuerda. «Atónito, incrédulo, quería creer que había oído mal o lo había soñado, pero por desgracia era verdad. Me di cuenta de que el hombre por el cual había sacrificado mi vida dirigía operaciones ilegales como un verdadero padrino. Aterrado, puse los cascos en su sitio, experimentando una sensación de inmensa soledad».
Para el devoto guardaespaldas, aquel día cambió su percepción del régimen. «Decidí callarme y no se lo conté ni a mi esposa. Aunque lo intentaba borrar de mi cabeza, la decepción estaba ahí y fue aún mayor cuando, un año después, Fidel envió a prisión a Abrantes y mandó fusilar al general Arnaldo Ochoa para demostrar que él no estaba al corriente del tráfico de drogas».
Caído en desgracia en 1994 por dimitir del cargo, Sánchez fue encarcelado dos años y luego vigilado celosamente por el régimen. «Mucha gente me pregunta ahora si tengo miedo y yo respondo que miedo tenía en Cuba», confiesa. «Cuando salí de la prisión, tenía a toda la seguridad del estado detrás de mí, siguiendo mis pasos, viendo dónde iba, con quién hablaba. Era una presión enorme. Aquí en Miami me siento libre, a pesar de que tomo mis precauciones porque sé que la mano del gobierno cubano es larga y tiene muchos amigos que pueden hacerle el trabajo sucio en cualquier lugar».
Hasta 10 intentos de evasión realizó el protagonista de esta historia antes de huir de su país, en 2008, rumbo a México. Ahora vive en Florida con sus hermanos, hijos, sobrinos y cinco nietos y dice sentirse «aliviado y contento» por haber logrado su objetivo. «Ten en cuenta que el único escolta de Castro que ha salido de Cuba soy yo. Yo llevaba el diario en el que Fidel apuntaba todo lo que hacía cada día y me acuerdo de casi todo... Aunque, por supuesto, hay cosas que no he contado y que no debo contar todavía».

París -- “En contra de lo que siempre dice, nunca ha renunciado al confort del capitalismo ni ha elegido vivir con austeridad”, escribe Juan Reinaldo Sánchez, que durante 17 años fue guardaespaldas de Fidel Castro y que ahora publica un libro sobre la vida privada del líder de la revolución cubana.
Yates lujosos, una veintena de residencias repartidas por toda la isla o partidas de caza “a lo Luis XV”, tanto en las frondosas provincias del norte como en los privilegiados fondos marinos, son algunos de los detalles que saca a la luz “La cara oculta de Fidel Castro”, escrito junto al periodista francés Axel Gyldén y que estará en las librerías francesas el próximo día 28.
El comandante se cuidó mucho de mantener lejos de la vista de los cubanos su vida privada, “el secreto mejor guardado de la Revolución”, asegura Juan Reinaldo Sánchez, según los extractos del libro.
El hombre que acompañó casi a diario a Fidel entre 1977 y 1994 describe el lujoso yate del líder, “Aquarama II”, copiado del de un allegado del régimen de Fulgencio Batista (presidente de Cuba entre 1940-1944 y de facto en 1952-1959), con cuatro motores, que le regaló el dirigente soviético Leónidas Breznev.
Fondeado en su puerto privado de Bahía de Cochinos, cada paseo del barco implica todo un despliegue, que incluye otros dos navíos, uno de ellos totalmente medicalizado, una patrullera militar y varios aviones en alerta para evitar que el comandante sufra un atentado.
En general, el “Aquarama II” sirve para dar agradables paseos marítimos, pero también para ir a Cayo Piedra, una pequeña isla situada en el sureste de Cuba, un “paraíso para millonarios” en el que Castro reposa rodeado de lujo.
“Fidel Castro ha dado a entender que la Revolución no le dio ningún respiro, ningún placer; que ignoraba y despreciaba el concepto burgués de vacaciones. Mentía”, afirma Sánchez.
El guardaespaldas relata que él estuvo “cientos de veces” en ese “pequeño paraíso”, donde era el encargado de escoltar al comandante durante sus numerosas batidas de caza submarina en unos fondos marinos casi vírgenes.
En cuanto el tiempo era clemente, Fidel y su esposa Dalia acudían casi cada fin de semana a Cayo Piedra, mientras que en la temporada de lluvias el comandante prefería la caza del pato en la mansión “La Deseada”, situada en la provincia de Pinar del Río.
“En agosto, los Castro se instalaban durante un mes en su isla de ensueño”, desde la que el líder acudía a La Habana en helicóptero si algún imperativo así lo exigía, añade.
Ningún cubano de a pie penetró en la secreta isla de Castro, a la que solo un reducido grupo de privilegiados, casi todos extranjeros, fueron invitados.
Reinaldo Sánchez recuerda al ex presidente colombiano Alfonso López Michelsen, al empresario francés Gérard Bourgoin, conocido como el “rey del pollo”, el propietario de la CNN Ted Turner o el dictador de la República Democrática Alemana Erich Honecker.
Aunque los más habituales del lugar eran el escritor Gabriel García Márquez y el héroe de la revolución Antonio Núñez Jiménez.
En una de esas visitas, indica el autor, Fidel propuso a “Gabo” lanzarse a la conquista de la presidencia colombiana con el apoyo de Cuba, pero el escritor “prefería disfrutar de los placeres de la vida quedándose confortablemente al margen de la política”.
Lo que no consiguió con García Márquez, tener un peón en Colombia, lo logró años más tarde con Hugo Chávez en Venezuela, señala Reinaldo Sánchez, quien asegura que el líder cubano “siempre tuvo en la línea de mira el petróleo” de ese país.
“Sabía que era la clave para financiar su sueño internacionalista de oponerse a Estados Unidos”, agrega.
“La cara oculta de Fidel Castro” no describe solo el lujo de la vida del dictador cubano, sino que también analiza otros aspectos de su régimen, la dinastía familiar, seguida por la de su hermano Raúl.
El ex guardaespaldas también se centra en la costumbre que tenía Fidel de grabar a todos sus colaboradores y allegados o su intento por extender la revolución a Nicaragua.
Reinaldo Sánchez cayó en desgracia en 1994 por pedir la retirada y la jubilación.

Fue encarcelado y, tras múltiples peripecias, logró escapar en 2008 para reunirse con su familia en Estados Unidos.

Las Mentiras del Tirano, cuando llegó al poder absoluto de Cuba


Fidel Castro ha gobernado Cuba por más de 50 años, incluso ahora que no está oficialmente en el poder sigue controlando los destinos de la isla que ha llevado a una pobreza inmensa y a vivir sin los más mínimos derechos humanos que deben ser garantizados por cualquier nación.
Desde los inicios de 1959 Fidel Castro mintió y manipulo la verdad para ir haciéndose con el poder que ha mantenido por todos estos años. Aquí les dejo algunas de las mentiras más grandes que ha dicho Fidel Castro a lo largo de los años.
“Habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra nuestro y nos critican” Esa frase la dijo durante un discurso en la ciudad de Santiago de Cuba el 1ero. de enero de 1959.
“Nosotros tenemos un país libre. No tenemos censura y el pueblo puede reunirse libremente. Nunca vamos a usar la fuerza y el día que el pueblo no me quiera, me iré.” frase de Fidel Castro durante un discurso en La Habana el 9 de Enero de 1959.
“Sé que están preocupados de si somos comunistas. Quiero que quede bien claro, no somos comunistas. Yo no soy Comunista ni tampoco el movimiento, pero no tenemos que decir que somos anti-comunistas por agradar al extranjero” Gran mentira de Fidel Castro durante una entrevista en La Habana, Enero 13, 1959.
“Respecto al Comunismo, solo puedo decirles una cosa, NO SOY COMUNISTA, ni los comunistas tienen fuerza para ser factor determinante en mi país” discurso en la Sociedad Norteamericana de Editores de Periódicos de Washington, abril 17, 1959.
“si ellos en la Florida han podido desarrollar una gran industria de cítricos en una tierra peor que la nuestra, no hay la menor duda de que nosotros vamos a tener una industria de cítricos superior a la industria de cítricos de la Florida” dicho por Fidel Castro 6 de agosto de 1968 y una de las tantas mentiras relacionadas con la economía de la isla.
“No se concibe un país libre cuya economía es de extranjeros” Fidel Castro dijo esas palabras el 23 de agosto de 1966 y de ahí en adelante no hizo más que regalar el país a cuanto poder económico extranjero soportara su mal llamada revolución.
“el pueblo de Cuba alcanzará el nivel de vida más alto que ningún país del mundo” dicho en La Habana, 13 de marzo de 1959, el pueblo de Cuba ha vivido en la pobreza desde principios de la revolución siendo uno de los países más pobres de América y del mundo.
Estas son algunas de las mentiras más sonadas que le ha contado Fidel Castro al pueblo de Cuba.
 Fran País.


Siempre bien acompañado, para distorsionar la verdad sobre lo que pasaba en Cuba cada día.