La esperanza del año 2013 para Cuba y para Latinoamérica, haber si estos Caudellismos desaparecen y regresa los ordenes constitucionales con sus derechos sociales y justicia.
Esta es la masa joven de borregos que hay en Cuba ayudando a la dictadura Castrista en la actualidad, cuando llegue la Democracia tan esperada, que porvenir les va a quedar, que disculpan darán, habrá que integrarlos en una escuela durante mucho tiempo, para que no sigan siendo máquinas de contar mentiras y delatores de la población cubana, o mejor meterlos en una isla y ponerlos a trabajar dia y noche durante un tiempo, pero la democracia, no va hacer eso, porque la democracia cree en las personas en los derechos humanos, y en la ética y moral, cosa que éstos desgraciados y asquerosos no creen.
Al final, solo queda de ésta foto Fidel Castro, se los ha ido cargando a todos durante estos últimos 54 años.
Dios los cria y ellos se juntan, haber si Dios se acuerda de ellos y los lleva al lado de Hugo Chavez.
La Revolución mintió ya cuando estaba en Sierra Maestra, porque la Revolución es Fidel Castro y su querido hermano Raúl, dos mal nacidos, rencorosos, asesinos, y déspotas.
Vergonzoso que todavía le hagan honores de estado a este mal nacido de malas entrañas y que esperemos que pronto esté al lado de su querido amigo petrolero.
Cuando
muera el tirano de Cuba, tendremos que
tirar todos voladores y hacer un canto internacional a la libertad de
todos los pueblos de éste planeta nuestro.
Pero muera mañana, o muera dentro de un mes, o
dentro de un año, habrá vivido demasiado, no habrá muerto a tiempo, y
definitivamente: la Historia no lo absolverá.
No
obstante, cuando muera, correrán las lágrimas en Cuba y también las de los
cómplices diseminados por todo el mundo. Unas de cocodrilo, otras de
sentimiento filial, pero muchas serán de miedo, porque los que aún se protegen
a su sombra verán en peligro sus privilegios.
A
su muerte, tal y como aconteció con José Stalin, los pronunciamientos oficiales
y los medios al servicio del Estado, tratarán de revestir su figura de
grandeza, cubriéndola con laureles de todo tipo. No señalarán siquiera un error
al infalible líder que irrumpió en nuestras vidas –para destrozarlas- hace más
de 54 largos años.
No
obstante, el tiempo y la Historia se encargarán de ponerlo en el lugar que
merece y quedará demostrado que en los más de 500 años de historia de Cuba,
nadie ha hecho más daño a nuestro pueblo y a nuestra nación.
Fidel
Castro será recordado como el gobernante de Cuba, más cruel y despiadado
con su pueblo, que durante un tiempo lo tenían como un Mesías.
He
aquí una pequeña parte del legado que nos dejará, cuando finalmente muera:
Bajo
su mandato se fusiló a miles de cubanos por razones políticas, decenas de miles
cumplieron larguísimos años de prisión por “delitos” políticos, muchos otros miles
murieron tratando de huir de la isla-prisión-manicomio que él creó.
Persiguió
a la religión, dividió a la familia. Implantó a sangre y fuego en el país una
ideología extranjera y eliminó prácticamente todas las tradiciones nacionales.
Forzó al exilio a cerca del 20% de la población del país, haciendo que Cuba
pasara de ser un país receptor de inmigrantes a un lugar del que casi todos
querían huir.
Puso
al mundo al borde de la tercera guerra mundial, al propiciar, de manera
inconsulta e irresponsable, la instalación en el territorio nacional de armas
atómicas soviéticas.
Miles
de jóvenes cubanos murieron –enviados por él- en guerras que no nos
pertenecían. Minó de manera dramática la auto estima personal de todos los
cubanos, convirtiéndonos en ciudadanos de segunda en nuestra propia Patria, y
de hecho destruyó el orgullo de toda la nación.
Destruyó
la industria azucarera, la cafetalera, la agricultura en general, la ganadería,
la red de transportación nacional y prácticamente toda la infraestructura. Dañó
la economía del país de tal manera que probablemente Cuba necesitará varios
decenios y una colosal ayuda externa para poder recuperarse y regresar a
niveles de desarrollo equivalentes a los que tenía en 1958. Llevó a la inmensa
mayoría de la población a vivir en un nivel de pobreza ni siquiera imaginado
durante la época republicana.
Es
cierto que no pudo hacer solo su tarea destructiva. Para causar tantos estragos
necesitó ayuda, colaboradores y cómplices, unos conscientes y otros ingenuos,
pero fue él “el líder”, el autor intelectual encargado de planear y dirigir la
destrucción de nuestra Patria.
Su
persona ha sido tan dañina para Cuba, que hace difícil creer la afirmación
bíblica de que Dios es quien pone y quita reyes; a menos que lo cubanos hayamos
pecado mucho en anteriores vidas y Fidel Castro haya sido el terrible castigo
que Dios nos envió.
Como
quiero ser positivo, he decidido pensar en que los planes del Señor para Cuba
está que, tras tantos sufrimientos, cuando los malos terminen su tiempo y su misión
destructiva, vendrá para nuestro pueblo una época de oro, y sabremos valorar lo
que tendremos. Habremos aprendido la lección. Confío en que tras el fin del
horror comunista, los cubanos emprenderemos el camino de la reconstrucción, y
esperemos que podremos vivir y disfrutar la democracia como se hace hoy en casi
toda Europa.
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