LA HABANA, Cuba.- El operativo
que montaron para detener y saquear la vivienda del opositor Jorge Luis García,
Antúnez, fue desproporcionado y perverso. El propio líder del Frente Nacional
de Resistencia Orlando Zapata Tamayo no recuerda haber visto algo similar, ni
cuando estuvo preso.
Tres patrullas de policía,
cinco motos Zuzuki, varios microbuses llenos de efectivos militares, un carro
jaula enmascarado, muy bien disfrazado, pero era un carro jaula, recuerda
Antúnez a través del teléfono, desde su residencia en Placetas, a unos 36
kilómetros de Santa Clara, la cabecera provincial.
Motivo de la policía: No podía
seguir repartiendo juguetes a niños de la zona, se lo habían advertido.
El día anterior al brutal
allanamiento de su casa, Antúnez y su mujer habían estado repartiendo juguetes
en el barrio pobre donde vive. Su propia casa es una sencilla construcción con
un cuarto afuera, en el patio, donde duerme la pareja.
Pero ese lugar es algo más que
una vivienda. Funciona como centro de enseñanza de derechos cívicos para la
zona. Por eso había allí un pizarrón, que también se llevaron los militares,
junto con el televisor, zapatos, ropas, juguetes, accesorios de mujer, fotos de
familia, diplomas, computadoras y, curiosamente, un teléfono comprado a la estatal
ETECSA, que tenía su factura para mostrar.
Antúnez, como se ha dicho en la prensa en
estos días, estuvo detenido ese día en un centro de interrogatorios de
Villa Clara, que es el equivalente del temido 100 y Aldabó, en La Habana. Allí
le dijeron que, en lo adelante, no permitirán a más de diez personas reunidas
en su casa y que podían devolverle el televisor. Pero él, que ya estuvo
plantado en la cárcel, no aceptó.
Quiere de vuelta todo lo que la
policía política le robó, o entrará en una huelga de hambre.
Lamenta mucho que se llevaran
sus diplomas de reconocimiento en la gira que recientemente hiciera por Estados
Unidos, así como la foto de su madre fallecida.
Tenía pasaporte visado para estar el 22 de este mes en Ginebra, ante la Comisión de Derechos Humanos, pero el documento también fue sustraído.
Tenía pasaporte visado para estar el 22 de este mes en Ginebra, ante la Comisión de Derechos Humanos, pero el documento también fue sustraído.
En su lugar viajará la
activista Damarys Moya Portieles.
Los hechos ocurridos este
último miércoles día 5 podrían servir como guión de película, pero
lamentablemente fueron vividos en carne propia por la pareja.
La esposa de Antúnez, Iris
Tamara Pérez Aguilera, estaba en la terminal de Santa Clara esperando un
vehículo para viajar a Matanzas. Ve pasar una caravana de carros militares,
ambulancias, bomberos, microbuses llenos de soldados. Estaba a 39 kilómetros de
su marido. Lo llamó por teléfono y éste la tranquilizó diciéndole que irían
hacia otro lugar.
Pero en veinte minutos, Antúnez
los tenía en la puerta de su casa. En cuanto abrió la reja, patearon la puerta,
lo tiraron contra la pared, se llevaron detenidos a las personas que estaban
allí, lo esposaron y cargaron con él.
Estando detenido en un centro de interrogatorios, vaciaron la casa.
Estando detenido en un centro de interrogatorios, vaciaron la casa.
Lo más impresionante, recalca,
es que iban todos de uniforme. Esta vez no utilizaron las brigadas de civil que
trabajan para la Seguridad del Estado.
Esto es lo que ha echo el señor Rajoy desde que llegó a la Moncloa, dar un corte de manga a las futuras libertades en Cuba, apoyar a la tiranía castrista, y hacerse el sueco, con todo lo que pasa en Cuba, todo lo contraría que prometió y dijo en su momento. Lamentable el tener un presidente de Gobierno en España, esperemos que pronto los españoles lo echemos del poder.
Además de todo lo cínico e indolente con la sociedad de España, que se vaya para su Galicia natal y que se olvide en un monte de pinos de España.
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