Después de 62 años en el poder en Cuba, estos dos hermanos, han dejado un país totalmente en ruina.
Se han perdido seis generaciones de jóvenes que podrían tener el país entre los mejores de toda América, y sin embargo, han dejado un legado a las futuras generaciones, de un país dividido, un país en ruina, un país destrozado, un país hundido moralmente, un país sin industria, un país sin carreteras, un país sin patrimonio, un país sin cultura, un país prostituido, y un país arruinado social y económicamente.
Con esta herencia del castrismo, los cubanos cuando les llegue el día para poder votar su Constitución, y las primeras elecciones democráticas después de casi 70 años en dictadura, tendrá que ponerse a trabajar muy duro, para levantar ese país, y para ir mentalizándose, de que satanás se va muy lejos, y que ahora pueden levantar la voz tan alto, que lo pueden escuchar en cualquier lugar de Cuba.
La transición tan añorada tiene una fecha muy próxima, y también la reconciliación nacional, y tendremos que hacer el borrador de la nueva Constitución, mirando un poco de lado a la de 1940.
El régimen, va a tratar de hacer una transición pactada, para tener poder en la nueva sociedad cubana del siglo XXI.
No van a dejar el poder del país de repente, como por acto de magia, se irán acoplando los herederos de la familia Raúl y Fidel, a las nuevas circunstancias, se harán grandes inversores, porque cuando llegue ese momento el pueblo cubano, querrá disfrutar de nuevos aires de libertad, el poder salir de su casa, sin que nadie lo vigile, el poder ir de una provincia a otra, sin ninguna traba, se llenarán los mercados de comida, víveres, podrán tener su propio coche, su propia moto, podrán hacer negocios privados sin las ataduras actuales, podrán sacar los millones de dólares escondidos durante muchos años
La vida es corta, y lo que les queda quieren disfrutar del día a día, y empezarán las grúas a colocarse en toda la Habana, para rehabilitar viviendas, para hacer nuevos inmuebles, para arreglar las tiendas, los bancos, las calles, se pintarán multitud de edificios que dan pena mirar para ellos, y que son preciosos, y la gente saldrá a la calle a disfrutar del día, y la familia castro, se irá colocando socialmente en la nueva Cuba, sin que la gente se percate, y pasará el tiempo, y la gente quiere olvidar, porque ahora tienen libertad, porque ahora pueden ser ellos mismos, pero los que han sido los dueños durante más de 60 años del país, siguen siendo parte del entramado empresarial del país, no se van a marchar sin más, se amoldarán a las nuevas circunstancias, desaparecerán de la política, por lo menos del primer plano, pero seguirán teniendo mucho poder económico, pero desde ese momento compartido con otros muchos.
Y la vida sigue, y pasará un tiempo, cuando el país ya consolide su espera democracia, y allá deberán de salir a la luz pública, todas las torturas, agravios, fusilamientos, y todo el terror que durante 62 años han implantado esos dos perversos y maquiavélicos hermanos por todo el país. Se podrá saber algún momento del tiempo, todo lo que han robado en el país, todos los fusilamientos, todo sistema de tortura que han realizado con los presos políticos, se podrá saber los entresijos del poder castrista.
Y en eso momento, habrá que reunir todas las pruebas (que las hay), para que se juzgue a personas e instituciones que han echo tanto daño al pueblo de Cuba.
Y cuando podremos pasar página? el tiempo lo dirá, los acontecimientos se irán dando y la madurez de ese pueblo, tendrá que tomar parte tanto en la victoria de la Democracia, así como en el pasar parte de esa etapa negra del castrismo.
Que Dios nos bendiga, y la sensatez, la cordura y la concordia, sean la biblia de la Cuba del siglo XXI.
