Muy señor mío:
Como ciudadano español y europeo que soy, me pregunto como un representante de exteriores de la unión europea, puede tener duda de la situación que está viviendo en Cuba y en Venezuela la población civil.
Usted sabe mejor que nadie, que los dos países viven desde hace muchos años una dictadura que ha dejado a los dos países en la miseria, política, social, sanitaria y económicamente.
Usted lleva muchos años en la política, y creo que no le hace falta mirar para otro lado, como está haciendo en la actualidad, ya que las personas de a pie, podemos pensar, que usted esconde intereses con ambas dictaduras, y como demócrata que soy, si fuera así, le tendría que denunciar.
Usted está haciendo un flaco favor a la democracia, no solo de España, donde usted lleva tiempo ignorando la realidad actual, sino que le hace un flaco favor a la esperanza de los venezolanos, nicaragüenses y cubanos, que añoran la tan anhelada libertad.
Usted, si quiere pasar a la historia de nuestro país y de la unión europea, no puede seguir ignorando la realidad de nuestros países amigos, apoyando dictaduras, en las que usted no viviría ni una hora, y en las que están en juego vidas humanas.
Usted ya es una persona que ya tiene años, y los años son para respetar a los demás, no para ignorarlos, y si quiere sentirse bien consigo mismo lo que le quede de vida política, haga las cosas con sentido común, no sea un frívolo y un resentido de la vida.
Usted apoya incondicionalmente y sin escrúpulos, al igual que José Luis Rodríguez Zapatero, a los dos mal nacidos Raúl Castro Ruz, y a Nicolás Maduro, dos asesinos en masas, que pasarán a la historia de la humanidad como dos genocidas protegidos por países ricos como España, y que su departamento tiene muchas responsabilidad en la actualidad de que estén en el poder.
Espero que esta misiva le haga reflexionar, tanto a usted como a la gente que está en su departamento, porque por encima de las ideas políticas, en los tiempos del siglo XXI, están las personas, los pueblos y la vida humana.
Señor Borrell, no todo vale en la vida, y este escándalo, se añadiría a la larga lista que ha tenido usted desde que empezó en política en el año 1978.
Le agradecería que por lo menos una vez en su vida fuera humilde.
Atentamente.
Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad