El amiguismo entre la Tirania Cubana y la Iglesia Católica de Benedicto XVI.

                              La Cuba actual, en su gran mayoria en ruinas, con las imagenes
                              sobran las palabras, haber si la Iglesia Católica aleja a los villanos
                              y los mete en el calabozo que Dios tiene preparados para ellos,
                              porque no solo la arquictetura está en ruinas, está en ruinas el
                              alma de los fieles cubanos, está en ruina el Evangelio que se
                              predica en las iglesias cubanas,  está en ruinas la fé de los cubanos
                             por  los añorados cambios politicos y económicos, y está en ruina
                              la paz y la misericordia de Dios hacia el pueblo cubano.

Ruinas actuales de la Habana.

Mas ruinas, ya no queda nada en pie.

Uno ya no sabe cómo entender lo que pasa en Cuba.

Uno no entiende como la gente se ha dejado engañar tanto tiempo.

Uno no sabe, lo que aguanta el ser humano, en humillación, en pasar hambre y en violencia diaria en un país, que perteneció al primer  mundo.

Me acuerdo cuando una profesora de primaria en la provincia de Matanzas en el concejo de Colón, le tocó el bombo, es decir Visa para poder escapar para EEUU, y la inteligencia castrista, prepara el adiós definitivo de esa mujer, una mujer humilde y comprometida con la educación de sus alumnos, a los cuales ya no pueden enseñar, sino que tiene que adoctrinar, algo a lo que se  niega, y da el paso para escapar de ese infierno en el cual se ha convertido Cuba, y esa turba de gente ruin y miserable que maneja Fidel Castro, obliga a los padres de los alumnos de ese colegio a comprar huevos, para que luego sus hijos en un momento determinado del día, porque les dan el día libre, para hacer el acto de repudio, y se encuentran todos delante de la casa de la profesora, a la cual admiran, y se pone a tirar huevos a la fachada de la casa, empieza el griterío, empiezan los insultos “gusana” “lacaya del imperialismo” y todo un arsenal dialéctico, para deshonrar a esa profesora que se marcha a otro país,  porque en su propio país no puede desarrollar su carrera universitaria que es educar y enseñar a las nuevas generaciones, para que estén preparados para en un futuro ser una parte importante de la sociedad.

Y quién está detrás de todo esto, el Sr. Fidel Alejandro Castro Ruz, el hijo de mala madre que nació en la ciudad de Birán, y que juró mil veces, que se iba a vengar de todo el pueblo cubano, que se iba a dedicar todo el tiempo en éste mundo para arrodillar a todo cubano que se enfrentara al sistema macabro y tenebroso que pensaba implantar, y hacer al cubano un esclavo de su sistema, que puso en práctica ya el uno de enero de aquel fatídico año 1959,  el año en que el otro sinvergüenza y cobarde, el tirano Batista entregó no sé porqué el  poder absoluto del país a su conocido Fidel Castro.

El cubano como todo el mundo sabe lleva desde que apenas tiene cuatro o cinco años un policía en su interior, un  policía que lo amenaza diariamente, un policía que le hace cohibirse ante cualquier pensamiento de libertad, un policía que le regaña, que le maltrata psicológicamente, un policía que le persigue desde que se levanta hasta que se acuesta, un policía cuando está en el centro del trabajo,  un policía que le anula como persona y como ser humano, un policía que le delata las 24 horas del día, un policía que le sanciona sino toma a pie de letra la conducta socialista, un policía que  le hace ignorar la realidad social, un policía macabro y salvaje que le hace creer en el suicidio como el fin de su  existencia, un policía que le enfrenta a su familia, un policía que le prohíbe comer carne de vaca, un policía que le asume su vida en un infierno, un policía barbudo que le enseña  la crueldad diaria de vivir en Cuba, un policía patético,  ruin y miserable que le hace pasar hambre, un policía que no le deja escapar del infierno y que le atemoriza constantemente, un policía que es el espíritu del mal, que no cree en la Virgen de la Caridad, un policía desdichado y egoísta que le susurra al oído que está totalmente perdido en éste mundo, un policía de traje negro, que le apunta con la pistola a cada hora del día, un policía que sufre como él, pero que está adiestrado y que es fiel a los principios del régimen, un policía que también se quiere escapar y no encuentra la manera de hacerlo, un policía de carne y hueso le pregunta qué piensas de la vida,  si merece la pena vivirla o emborracharse y olvidar que has nacido, un policía que llega a anciano y no tiene nada que meterse en la boca, un policía que cava su tumba en el cementerio Colón entre ortigas y malas hierbas, un policía que se arrepiente de haber nacido, un policía que llora en silencio su triste vida.

Amigos míos, así es la triste realidad cubana, un infierno que ni Dios la conoce, porque no podría vivir en esa tierra ni dos semanas, un infierno que parece no llega el fin de Satanás, un infierno que ha enterrado a miles de cubanos que no tenían culpa de nada, un infierno que no le aconsejo ni a mi peor enemigo, un infierno maquiavélico y ladrón del alma humana, que te despoja de los buenos sentimientos con los que nace la persona, un infierno que te acoge en su seno y te hace la vida un yogurt (que te amarga la vida), un infierno que se introduce en las entrañas de tu cuerpo y te roba lentamente la sangre, el alma, y aniquila el pensamiento de uno mismo.

El mensajero de Dios en la tierra, parece que quiere preparar viaje a Cuba, para el primer trimestre del año 2012, que quiere visitar tierra cubana y celebrar el 400 aniversario de la aparición de la Virgen del Cobre.

Ese mensajero de Dios en la tierra, habrá que informarle de que en Cuba no se respectan los derechos humanos, habrá que informarle que los tiranos hermanos Castro, han aniquilado  gran parte del catolicismo que reinaba la isla antes del año  1959.

Ese mensajero de Dios en la tierra, habrá que informarle, que fueron miles los católicos (monjas  y curas) que han tenido que abandonar esa tierra, por orden expresa del tirano, que se han cerrado iglesias, conventos y todo edificio eclesiástico a cal y canto durante más de 30 años.

Ese mensajero de Dios en la tierra, habrá que informarle que en el pelotón de fusilamiento, hay cientos de  muertos que eran creyentes de la iglesia católica, que hay miles de muertos en el estrecho de la Florida-Habana por culpa de los hermanos Castro, hay miles de muertos en guerras en las que Cuba no pintaba nada, hay miles de muertos en cárceles cubanas por defender la libertad de su país, hay miles de muertos por falta  de nutrición, hay miles de muertos cuando triunfó la mal llamada revolución cubana, hay miles de muertos en enfermedades inventadas en laboratorios cubanos, hay miles de muertos en hospitales cubanos por no estar bien condicionados, hay millones de cubanos que cada día pasan hambre, que cada día lloran en silencio, y que cada día son más pobres, que realmente son los grandes olvidados de este siglo XXI.
Y que Cuba tiene el mayor éxodo actual de su gente fuera de su tierra.

Así, no sé qué demonios va a hacer el Señor Benedicto XVI en Cuba, a hacerles la pelota a los tiranos, reconducir sus vidas y llevarlos al cielo, no sé que va hacer, pero pocos logros se pueden conseguir con tiranos, asesinos, fascistas e hijos de Satanás.

Que Dios nos coja confesados, pero solo hay una manera de terminar con el holocausto cubano, que entren los yanquis de una vez, y se hagan con punto cero y todos los individuos que viven en las casas lujosas que había  en la Habana antes del año 1959, y hoy vivienda habitual de esa cuadrilla de ladrones que gobierna Cuba.

Que entren los americanos y que se hagan cargo de esa cúpula militar longeva y  esa nomenclatura de viejos moribundos y que los encierren en la peor cárcel de Cuba, y les hagan pasar las mismas calamidades que ellos han hecho pasar a miles de cubanos, que injustamente han tenido que pasar largas temporadas de su vida en esas cárceles de ratas y aguarones.

Pronto el pueblo cubano se tendrá que echar a la calle, para obligar a la comunidad internacional a mirar con otro cristal a la dictadura totalitaria de los famosos hermanos Castro.

Cuba democrática y Libre.