LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DE LOS CUBANOS

LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DEL CUBANO 2011 Esa cruel y desgarradora dictadura de más de 53 años hace que el cubano de a pie, viva desde que se levanta hasta que se acuesta en la Miseria. Apenas tienen que comer, no pueden tener un vehículo, no pueden tener una lavadora moderna, no pueden tener una televisión como Dios manda, no pueden tener una moto, no pueden tener una bicicleta,no pueden tener un buen par de zapatos, no pueden ser libre ni un minuto del dia. Es hoy Cuba la mayor prisión del mundo, y eso lo sabe la comunidad internacional.

domingo, 4 de marzo de 2012

El médido de los tiranos de Latinoamérica.

 

El Doctor García Sabrido, de 66 años de edad, jefe de Cirugía del Hospital Gregorio Marañon de Madrid.
Su pericia salvó la vida de Castro en 2006. Ahora, se dice que ha intervenido en la operación del cáncer de col0n de Hugo Chávez.
Cada seis meses, el eminente doctor Sabrido toma un avión en Madrid hacia La Habana. Su MISIÓN mantener vivo a Fidel y, ahora, a Chávez.
Tiene fama de serio, monta a caballo, practica el buceo y lleva la discreción hasta límites obsesivos.
Probablemente es el galeno más vigilado. Sólo conocen su paradero un puñado de hombres de confianza. Orden del comandante y el la Embajada de Cuba en Madrid la cumplen al pie de la letra. Saben que “El Doctor de lLos Milagros” Ha de estar permanentemente localizable.
Incontables son los vuelos que ha realizado a La Habana los últimos veinte años. De vacaciones, acongresos médicos y a ver a sus “importantes” pacientes.
Tras una intervención fallida a Hugo Chávez, los médicos cubanos llamaron a García Sabrido. Él Habría sido el encargado de trazar la estrategia operatoria para sal var a Chávez. Sabrido, por su parte, no lo afirma ni desmiente. Cuentan que entre sus virtudes está la de guardar silencio. Cáncer de próstata o cancer de colon, las dos alternativas fueron barajadas al principio del viaje de Chávez a Cuba. Algunas fuentes diplomáticas señalen que Chávez fue intervenido por el médico español
Un avión espera en Barajas, para trasladar al doctor Sabrido a La Habana, en cualquier momento que sea necesario.




 




“Ángel de los tiranos latinoamericanos”

El cirujano español viajó la semana pasada a la isla en un avión fletado por el gobierno cubano, para evaluar el estado de Castro. Durante los últimos 15 años ha viajado mucho a Cuba. Empezó a ir a congresos y entabló amistad con muchos médicos cubanos, a los que define como "viejos conocidos" y con los que mantiene una relación profesional y académica desde hace tiempo.
El bailarín y coreógrafo español Antonio Gades hizo que aquella amistad se estrechara. García Sabrido conoció a Gades cuando se convirtió en su médico. El artista sufría cáncer y fue ingresado en el Hospital "Gregorio Marañón". Allí el prestigioso cirujano consiguió alargarle la vida unos años, hasta que falleció el 20 de julio del 2004, a los 67 años de edad. En una hoja con membrete del hospital, el propio Gades dejó instrucciones para que sus cenizas fueran trasladadas a Cuba y entregadas a su amigo Raúl Castro. "Haga con ellas lo que usted crea conveniente", escribió. Raúl Castro ordenó que fueran depositadas en el Mausoleo de los Héroes de la Revolución, en Sierra Maestra.
Antes de su muerte, Gades, miembro del Partido Comunista de Cuba, había invitado al médico madrileño a visitar la isla en varias ocasiones, e incluso le introdujo en los círculos de la política y la medicina, hasta presentarle al hermano del comandante.
El propio Raúl se había quedado muy impresionado por el tratamiento que García Sabrido había prescrito a Gades, y el cirujano español pasó a ser una persona muy admirada en la isla, tanto por sus cualidades como médico como por sus posiciones políticas de izquierdas, aunque no comunistas. Raúl le bautizó como "el doctor milagro" y le convirtió en una persona de su máxima confianza.
Desde entonces, García Sabrido viaja tan a menudo a la isla, que la considera su "segunda patria". Unas veces la ha visitado para pasar sus vacaciones junto a su mujer y sus tres hijos, y otras para participar en congresos de medicina. La última vez que García Sabrido estuvo en la isla fue el pasado mes de noviembre para participar en el IX Congreso Cubano de Cirugía que se celebró en el Palacio de Convenciones. En aquella ocasión algunos médicos cubanos le plantearon la posibilidad de que evaluara el estado de salud de Castro. Se pusieron de acuerdo con la fecha, y la semana pasada se realizó el viaje en un avión fletado por el gobierno cubano. En él, el reputado cirujano transportó algunos medicamentos y equipamiento tecnológico del que no dispone el sistema sanitario de la isla.
Desde aquella visita, la embajada de Cuba en Madrid tiene instrucciones para tenerle localizado de forma permanente.
De hecho, la embajada tiene un avión preparado por si el médico tuviera que partir de urgencia ante un agravamiento de la salud de Fidel.
García Sabrido no oculta las buenas relaciones que mantiene con la familia de Castro, aunque no da su opinión sobre el régimen castrista. Se limita a reconocer que admira muchos logros de la sociedad cubana, como el sistema sanitario, del que asegura que es uno de los mejores del mundo. Pero no responde sobre cuestiones políticas.
Sin embargo, quienes le conocen aseguran que políticamente siempre se ha situado a la izquierda. De hecho, en la década de los 80 estaba adscrito al sindicato próximo al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del Hospital "Gregorio Marañón". Era incluso uno de los pocos médicos leales que había en aquella época a Pedro Sabando, que durante los años 1987 y 1995 fue consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por los socialistas.
En 1990 fue pionero en la unidad de trasplantes de dicho hospital. Hace dos o tres años estuvo con el profesor Tanaka en Tokio y en Seúl para perfeccionar y desarrollar las técnicas de donante vivo hepático.
Posteriormente, García Sabrido se ha especializado en el tratamiento quirúrgico y radioterapéutico de dolencias oncológicas.
Discípulo del cirujano José Luis Barros, quien sentó escuela en Madrid con nuevas técnicas quirúrgicas en los años 60 y 70. Cuando a Barros le fue diagnosticada una grave enfermedad intestinal, eligió a José Luis García Sabrido para que le interviniera quirúrgicamente.
Se define como un hombre constante, duro, austero, cabezota y muy optimista. Como casi todos los cirujanos, es un gran deportista al que le encanta correr maratones -a sus 65 años ya ha corrido más de 35-, bucear y montar a caballo, deporte este último que comparte con sus dos hijos y con su hija Cloe, de 14 años. La nota de color a su impecable vida personal y profesional la da el hecho de que está casado en segundas nupcias con una bailarina del mítico concurso de televisión "Un, dos, tres, responda otra vez", que en los años 70 presentaba el cubano Kiko Ledgard. Un concurso en el que algunas de sus presentadoras saltaron a la fama, como fue el caso de las actrices Victoria Abril y Victoria Vera.
García Sabrido tuvo el privilegio, como él mismo reconoció, de poner todos sus conocimientos y experiencias en cuidar por el estado de salud del presidente latinoamericano más longevo. Ahora, además de por su virtuosismo con el bisturí, el cirujano madrileño será conocido por haber sido el doctor que desveló al mundo que Castro no tiene cáncer y que de mejorar, volverá a tomar las riendas de Cuba.


Yo no dudo que sea un gran médico, pero su posición ideológica no le deja ver la realidad cubana.
El sabe de sobre que Cuba, no es una potencia médica, sabe de sobra que Cuba es un mundo de estiércol, que la medicina deja mucho que desear, y que todos los medios del país se utilizar para los dos hermanos dictadores  (Los castros).
Le ha hecho un flaco favor a la democracia latinoamericana, y sobre  todo a la de Cuba, por ayudar a esos mal nacidos.
Los cubanos mueren en los hospitales, en los psiquiátricos, en los ambulatorios, los cubanos no tienen medicinas, no tienen medios para curar su heridas, no tienen comida, y sobre todo no tienen libertad, y no tienen un dólar para poder vestir como un ser humano.

Así, que se deje de hipocresías de izquierda, y que no defienda lo que no quiere para los españoles.
Yo no digo nada, que viaje a Cuba, y cobre las cantidades millonarias que le pagan los hermanos Castro, con el dinero del pueblo cubano, para que el tirano, viva más tiempo, en el mundo de los mortales, y agonice más la vida de los cubanos.
Que Dios lo proteja a éste médico, y que le diga al oído, que todo ser humano tiene derecho a vivir de una forma digna, pero aquel ser  humano que ha causado miles de muertos, de desaparecidos, que ha  humillado a su pueblo durante más de  53 años no tiene ningún derecho a estar más tiempo estorbando a las nuevas generaciones cubana que quieren un futuro próspero y en libertad.

Un saludo

Fran País.
 

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