LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DE LOS CUBANOS

LA TRISTE Y LAMENTABLE VIDA DEL 95% DEL CUBANO 2011 Esa cruel y desgarradora dictadura de más de 53 años hace que el cubano de a pie, viva desde que se levanta hasta que se acuesta en la Miseria. Apenas tienen que comer, no pueden tener un vehículo, no pueden tener una lavadora moderna, no pueden tener una televisión como Dios manda, no pueden tener una moto, no pueden tener una bicicleta,no pueden tener un buen par de zapatos, no pueden ser libre ni un minuto del dia. Es hoy Cuba la mayor prisión del mundo, y eso lo sabe la comunidad internacional.

sábado, 29 de octubre de 2011

Hospitales del cuarto mundo en la Cuba de los hermanos Castro.



**  Lamentable situación de los Hospitales de Cuba, y así vive y se realiza el pueblo cubano actual, entre la miseria, la resignación y la crueldad de vivir todos los días sin futuro.









LOS HOSPITALES EN NUESTRA QUERIDA CUBA     (DAN PENA Y ASCO)

Sobornos, instrumentos "primitivos", prácticas dudosas, mala alimentación, falta de medicinas, suciedad, son los elementos que caracterizan a los hospitales de la Isla, algunos de ellos descritos como "ruinosos" y similares a los "más pobres" del mundo en uno de los cables diplomáticos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) dados a conocer por WikiLeaks, informó el diario

Las observaciones fueron realizadas por una enfermera estadounidense asignada a la misión diplomática en la Isla e incluidas en un  despacho enviado a Washington en enero del 2008.
La enfermera, que no fue identificada por su nombre, había vivido en Cuba durante dos años y medio. De acuerdo con el diario, el cable no es una valoración en profundidad del sistema cubano de salud, sino un conjunto de anécdotas recogidas por la enfermera entre pacientes, médicos y estudiantes extranjeros de medicina, entre otros.
Según el documento, en un hospital ginecobstétrico el personal "usó una aspiradora manual primitiva para limpiar" la matriz de una mujer que había abortado "sin ninguna anestesia o medicina para el dolor".
Un niño de 6 años con cáncer en los huesos sólo podía ser visitado en el hospital por sus padres "y eso sólo por horas limitadas. No tiene un televisor, ni juegos ni juguetes (…). Los padres no parecen informados sobre el caso de su hijo", señaló el cable.
Muchos pacientes de cáncer "han sido infestados, según se informa, con hepatitis C después de sus operaciones quirúrgicas" debido a "la falta de una apropiada verificación de la sangre antes de administrarles transfusiones", añadió.
"Los pacientes de cáncer no reciben, ni pueden encontrar localmente medicinas tan sencillas como la aspirina, el Tylenol, lociones para la piel, vitaminas, etc.".
Los cubanos con VIH sólo tienen una instalación, el Instituto Pedro Kourí, en La Habana, que puede ofrecerles atención y medicamentos especiales, indicó el documento. Debido a problemas de transporte y costos, algunos pacientes de las provincias pueden ser vistos una sola vez al año.
Los pacientes del instituto también pueden esperar meses por un turno, "pero a veces pueden avanzar en la cola si ofrecen un regalo", agregó el despacho. "Se nos ha dicho que cinco pesos cubanos convertibles pueden conseguir una placa de rayos X".
El cable recogió que las instituciones médicas reservadas para la élite gobernante y los extranjeros que pagan en moneda dura "están higiénicamente calificadas, y tienen una amplia gama de equipos de diagnóstico con un complemento de laboratorios, farmacias bien surtidas y suites privadas para pacientes, con televisión por cable y baño". Pero los hospitales y las clínicas para los cubanos promedio no se acercan a esto.
La enfermera fuente de la información recorrió cuatro centros de La Habana. En el Hospital Hermanos Ameijeiras, parte del cual está reservado a pacientes extranjeros —y fue presentado en el documental Sicko, de Michael Moore, como muestra de la calidad de la salud cubana—, un "regalo" de unos 22 dólares ayuda a los cubanos promedio a obtener un mejor tratamiento.
La Unidad de Cuidados Intensivos para recién nacidos del hospital ginecobstétrico Ramón González Coro, uno de los mejores de la Isla, estaba "usando un respirador/ventilador Bird para niños muy viejo: el modelo usado en Estados Unidos en los años 70".
La enfermera acompañó a una mujer estadounidense embarazada al área del González Coro reservada a extranjeros, y dijo que esto le recordó "algunos de los hospitales más pobres que ella había visto en África: cuartos sin mantenimiento, viejas camas de hierro, colchonetas con una sola sábana, sin aire acondicionado, sin televisión, sin entretenimientos".
Un médico joven llevó a la paciente y a la enfermera "a un 'cuarto de reconocimiento'. No había sillas, pantallas, afiches, ningún suplemento o equipo médico; sólo una vieja y oxidada mesa de metal sin nada que la cubriera, ni (…) estribos", describió el despacho.
"El médico sacó de una gaveta cercana un viejo estetoscopio fetal Pinard hecho de aluminio (de forma tubular, como los usados a finales del siglo) para escuchar los latidos del corazón del bebé", agregó.
El médico diagnosticó una infección y recetó un antibiótico. Una prueba posterior realizada por la enfermera mostró que no había infección, y el antibiótico era "generalmente no recomendado durante el embarazo".
En otra visita, al Hospital Calixto García, la enfermera "se sintió impresionada por lo desaliñado de la instalación (…) y por la falta de todo (suplementos médicos, privacidad, personal médico calificado)". Para la profesional, "fue una escena que recordó alguno de los países más pobres del mundo".
La sala de emergencias de 22 camas del hospital, que recibe a todas las víctimas de traumas serios en la capital, no tenía instalada tubería de oxígeno ni equipo de monitoreo, y su escáner CT y su MRI "se dice que están rotos con frecuencia", dijo el despacho.
En el Hospital Salvador Allende, la sala de emergencias se veía "muy ordenada, limpia y organizada". Pero el resto de la instalación era "un desastre'', y los custodios de la entrada "olían a alcohol".
"Los pacientes tenían que traer sus propios bombillos eléctricos si querían luz en sus cuartos. Los interruptores habían sido robados de la mayor parte de los cuartos, de modo que uno tenía que conectar alambres pelados para obtener electricidad".
"No había aire acondicionado, y (…) el servicio de comidas del hospital consistía de arroz, pescado, huevos y papas día tras día. No disponían de frutas frescas, vegetales o carne", señaló el despacho, según El Nuevo Herald.
La enfermera dijo que no vio "ninguna práctica 'real' de medicina o de enfermería durante su recorrido de casi una hora por la mayoría de los edificios", concluyó el cable. En cuanto a los pacientes, "no pudo dejar de pensar que podrían estar mejor en sus propias casas".

Aquí en ésta intervención anterior, no dicen ninguna mentira, porque yo personalmente he visitado todos los hospitales en la Habana, y dan pena verlos.
En uno de ellos me llamó la atención de que el hueco del ascensor, no tenia el ascensor y estaba abierto y no tenían ninguna medida de seguridad para que no cayese ninguna persona por el hueco.
Luego los bedeles o personas de mantenimiento al igual que el custodio están allí para pasar las horas, no están motivados por nada, ni tienen ninguna gana de hacer nada, nada les pagan, con lo que cobran al mes no pueden ni comer arroz y boniato todo el mes.
En la gran mayoría de los hospitales que he entrado en Cuba, excepto el Gira Garcia, los demás están sucios, malolientes, no tienen apenas camas, no hay aire acondicionado, no hay ventiladores, están sin pintar hace años, y las personas que están allí enfermos tienen una cara de que les cae el mundo, ya que no hay en el hospital ninguna responsabilidad de ningún profesional de la medicina respecto al futuro de su salud.
He entrado en varios policlínicos, el último en el Vedado, y los baños no tenían urinario, ni lavabos, y la persona de la limpieza de color negro, hacia su trabajo de limpiar el suelo con un palo y una bayeta toda sucia y el agua era más negra que el carbón, todo un asco.
Y los pequeños consultorios de médicos de los pueblos y aldeas, no tienen ni agua para lavarse las manos, ni el baño para hacer una necesidad, además de suicios.
Los médicos no tienen ningún aparato para nada, y tienen una pequeña libreta, en la cual te dan una receta, que en la mayoría de los casos tu no puedes conseguir la medicina.
En Quinta Avenida, en el edificio de negocios de Miramar, donde parece que estamos en el capitalismo real, allí la farmacia tiene de todo como en Europa, cualquier clase de medicina, pero que no está el precio al alcance del 90% de los cubanos.
Esta es la Cuba Fidelista y ahora Raulista, todo para ese clan mafioso y terrorista, que han terminado en su totalidad con el país de Cuba, yo creo que van contentos cuando los llamen para el otro mundo, han puesto a Cuba donde ellos siempre quisieron que estuviera, y ellos han hecho unas de las mayores fortunas del planeta, tanto ellos como toda su familia.
Espero que Dios los castigue como debe ser, pero por mucho que haga, el mal que han hecho al pueblo de Cuba, nunca lo pagarán estos dos mal nacidos, resentidos, hijos de puta y asesinos.
Disculpen por los calificativos, pero estos dos no se merecen nada, ni agua, han muerto millares de cubanos por su culpa, han pasado millones de personas en la isla por su culpa, han arruinado a millones de familias, han expropiados a toda una clase media que había trabajado tantos años para poder vivir tranquilamente la vejez, y han utilizado igual a niños, que a personas de la tercera edad, para conseguir su objetivo.
Yo espero que al día de hoy haya pocos cubanos que crean en estos mal nacidos, y yo creo que la inmensa mayoría de los ciudadanos de Cuba, espera que pronto pasen los dos hermanos a otra vida, y sobre todo olvidar la pesadilla de más de 53 años.

Uno de los últimos hospitales que he visitado es “La Quinta Covadonga” ahora “Salvador Allende”, da pena y dolor solo ver sus fachadas, su jardines, y por dentro, si sé cómo está ni entro. Situado en el Cerro.
Y el naval en Casa Blanca, centro del poblado Camilo Cienfuegos, es tenebroso, y para que atendieran a un niño que ayudé a sus padres, tuve que invitar a un bocadillo y a un refresco de “tu cola” al médico, a donde llegamos Dios mío.

Cuba, democrática y Libre.





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